Viernes y trece.
La tarde empieza bien, mantiene la tónica del día de hoy y de cada viernes, solo que por una excepción y es que en cuatro días nos vamos a Marrakech. Hace años que quiero ir, conocer esa tierra del continente Africano, mezclarme con esa cultura mochila a cuestas y experimentar cosas nuevas. Me resulta un país muy pero que muy atractivo.
Mientras no llega el día, ando como loca planificando. Pero no tanto en el sentido de llevar el viaje más que organizado, que no es así, sino más bien buscando información sobre lugares, restaurantes, hammams, desierto, zocos, mezquitas, posibles excursiones... Comparando comentarios de otros viajeros, anotando recomendaciones, que hay infinitas... Así que después de comer he optado por casi echar una siesta trasladándome un poco a esa tierra aún por descubrir.
Me he preparado una infusión que tengo en casa de mezcla de frutas, toda una exquisitez que tenemos guardada en una caja especial para tés e infusiones.
Con solo abrir la caja el olor que invade mi sentido del olfato hace que sea una experiencia sensorial que hasta el sentido del gusto se activa salivando solo detectar ese aroma entre ácido propio de la fruta y dulce.
Basta con cerrar la caja, agitarla mínimamente y volver a abrirla para que el aroma que desprende se incremente todavía aun más.
Tanto el saquito de 100gr. de infusión, como la caja y el colador son de Tea Shop.
Entrar en esa tienda es realmente un placer por el aroma que tiene ya que normalmente tienen té recién hecho para ofrecer a los clientes y la exposición que tienen invita a querer oler y probarlos todos.
En esta ocasión escogimos una infusión ya que el té resulta más excitante al llevar teína, siendo ésta la base que se encuentra en cualquier hoja de té.
Queríamos algo más bien estimulante, relajante, digestivo o simplemente de un sabor realmente bueno para tomar a cualquier hora y cualquier persona.
La elección fue: Mezcla de Frutas, y qué gran elección.
El sabor es afrutado al 100% pues no lleva nada de canela, vainilla ni otros complementos que suelen aderezar este tipo de infusiones.
La sorpresa viene cuando la preparé por primera vez, aunque si bien es cierto, no me había parado a pensar en cuál sería el resultado y es que coge un color rojo intenso que llama mucho la atención. Rojo, rojo.
El sabor predominante, según mi parecer es el de frutos rojos: fresas, frambuesas. Aunque podria distiguir también la manzana y la naranja.
Realmente deliciosa.
Así que mientras en una mano tengo la infusión hecha y ya reposada en la otra tengo mi guía de Marrakech para ir leyendo y, quien sabe, si con un poco de suerte puedo dormir un poquito que no es que una duerma con soltura en estos últimos meses.
Probaré con otra infusión. Quien sabe si té de mango o de piña colada...
Vi una infusión cuyo nombre es: Siesta. Realmente tentador.
Peace, L*
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