Lo peor de todo es que aun haciendo limpiezas de armario, parece que no cabe nada... y siempre hago la reflexión de: "voy a hacer limpieza de nuevo para así comprar algo, si total, hay muchas cosas que no me pongo".
Ese momento nunca llega y cuando llega y cojo esa camiseta o pantalones que hace meses que no ven la luz es inevitable aquello de: "uy, cómo voy a tirar esto, quien sabe si más adelante..."
En fin.
Un desastre.
A pesar de todas esas situaciones que todas vivimos, no puedo evitar de vez en cuando darme algún que otro capricho, sobretodo después de temporadas algo duras, una debe hacerse regalos a si misma de vez en cuando y de temporadas en las que no me he comprado nada.
Este post lo dedico a lo último que cayó en mis manos.
Et voilà.
Causa: Lunes, decidir dar un largo paseo para caminar y estirar las piernas (me encanta caminar) y acabar en un centro comercial.
Efecto: Entrar en Pull And Bear y casi sin pensarlo comprar este vestido, tras probarlo, aun a sabiendas que lo compraría.
Vestido asimétrico estampado de flores, Pull And Bear. Corto por delante, largo por detrás.
Muy suave y tela tipo seda.
Viene con un cinturón, escogí el que lo lleva en negro, pero estaba también en camel. Pensé mejor en el negro por los detalles en el mismo color que el vestido lleva.
Se puede poner tanto en este tiempo con unas medias y unas botas como en verano, que estando con la piel bronceada tiene que quedar muy bonito.
No hace falta decir que este mismo fin de semana lo estreno, pensando en él des del lunes y en cómo combinarlo.
Peace, L*.
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