lunes, 26 de marzo de 2012

Batido Natural de Fresa.

Siendo la fresa mi fruta preferida, la fruta que me vuelve loca, de la que únicamente podría alimentarme durante días... Hacer un batido natural con ella resulta un auténtico placer, al menos para mí.
Fácil, barato, rico y vistoso.





¿Cuándo podemos hacer este batido?
Por cuestión de tiempo no es, porque se tarda 3 minutos en prepararlo... Por apetecible podría ser siempre que se desee, pero esta vez lo he hecho al tener una fresas ya un poco pasadas que estaban a punto de ponerse malas, así que para comerlas sin ton ni son he optado por convertirlas en batido. Además es ideal ya que es natural y los ingredientes son ideales, ligeros, sanos, vitamínicos...

Ingredientes:
- 1 Yogur natural. *
- 2 Cucharaditas de azúcar.
- 8 Fresas
* A mí la leche no me gusta, así que en lugar de ese ingrediente usé un yogur natural. Por otro lado, si usamos leche hay que pensar en frutas que al mezclarlas y triturarlas no provoquen que la leche se corte.
¿Qué decir de la preparación?
Mezclar el yogur, el azúcar y las fresas limpias y troceadas en un bol y pasar la batidora hasta que quede todo unido, la fruta bien triturada sin trocitos y con la textura deseada. 1 - 2 minutos.


La cantidad que usé es para una persona. Pero como siempre, lo ideal sería compartirlo y preparar al menos para dos, porque en compañía saben mejor las cosas, comprobado. 

En ese caso, se pueden guardar unas pocas fresas para decorar y hacer un pequeño corte sobre ellas, para que dejarlas alrededor del filo del vaso dando un toque especial.

Peace, L*

viernes, 9 de marzo de 2012

Mi primera compra online.


No me imaginaba que comprar online tuviera tanta gracia.
Ayer entré en ZARA y pude recorrerme toda la nueva colección des del sofá de mi casa con un cafecito recién  hecho a media mañana.
Bastaron un par de clics para hacerme con unos pantalones y una camiseta de nueva temporada. Solo me falta acertar con las tallas. Claro que siendo Zara una tiene más que pilladas las tallas aunque nunca se sabe.



Esperando el pedido que me tiene ilusionada.


Tic tac tic tac.

Deseando estoy recibir el paquete y ver lo que compré.

Nunca lo hice, primera experiencia de algo que si esta vez sale bien seguro que repetiré.

Peace, L*

lunes, 5 de marzo de 2012

Hostal L'Argolla, en Santa Coloma de Farners.

De nuevo aquí estamos. Lunes.
Lunes... Malditos lunes. Hace un día más que estupendo y primaveral... Pero maldito lunes. Toda la dura semana por delante, que no se presenta precisamente fácil. 
Suerte que el fin de semana estuvo perfecto. En un lugar perfecto con la compañía perfecta.

Fue un regalo especial que recomiendo totalmente. 

Pasamos el fin de semana en El Hostal L'Argolla, en Santa Coloma de Farners, a una hora de Barcelona.

Tiene unas habitaciones con mucho encanto que nos han permitido descansar, desconectar, dormir, relajarnos... Solo hace falta ver la habitación en la que nos alojamos para entender que el relax fue total.
Habitación con jacuzzi para dos con una ventana en el techo... Ideal.
Quizás un poco más cara de lo habitual, pero un día es un día. Desayuno incluido y  un trato muy bueno y personal.
El hostal tiene un restaurante con horno de leña donde pudimos disfrutar tanto de pizzas como de carnes a la brasa.

Todo un placer para los sentidos que acompañamos de: cava, fresas, chocolate...

Peace, L*.

viernes, 2 de marzo de 2012

La Rica Salsa Carbonara.

Preparar una salsa carbonara suele resultar algo elaborado, lento y bastante calórico ya que el ingrediente clave acotumbra a ser la harina, en una cantidad considerable para que espese, mezclada con leche.
Suele ponerse bacon que podríamos sustituir por trocitos de pavo o bien alguna verdurita de tipo calabacín cortado a daditos.
En mi caso opté por tiras de bacon, en poca cantidad.
Preparo la salsa mientras se cuecen los espaguettis así que no requiere de mucho tiempo. Los ingrendientes que uso suelen estar presentes en casi todas las cocinas por lo que solo hace falta apetito y ganas de hacerla.



Ingredientes:
- Un chorrito escaso de aceite.
- Cebolla.
- Bacon, pavo o verduritas.
- Un chorrito de leche.
- Una pizca de harina.
- Queso para untar, escogí el light.
- Pimienta y nuez moscada, a quien le guste, pero son uno de los elementos que caracterizan la salsa carbonara.

Preparación:
- Freír a fuego lento la cebolla cortada en trozos bien pequeños.
- Añadir a la sartén el bacon o las verduritas, una vez dorados retirar. Si fuese pavo no haría falta cocción.
- Con el escaso aceite sobrante añadir la pizquita de harina y el chorrito de leche, remover hasta disolver.
- Añadir cucharadas de queso, al gusto y según la cantidad de salsa que se necesite.
- Remover bien hasta unificar todo un una sola salsa mientra va calentándose a fuego lento.
- Añadir la cebolla, el bacon, verduritas o pavo y seguir removiendo.
- Añadir la pimienta y la nuez moscada y remover bien para que todos los sabores e ingredientes se mezclen bien.

Y listo.
Otra opción de ingrediente sería albahaca o añadir frutos secos, nueces por ejemplo.
Buen resultado, rápido, bueno y sencillo.


Peace, L*

Caprichos.

A una siempre le pasa lo mismo. Abro el armario y pienso: "¡no tengo nada que ponerme!", ipso facto viene a mi mente aquello que me compré hace relativamente poco y es como si mi vestuario se basara en lo estrictamente recién comprado. Pero, ¿y qué me ponía hasta hace dos días? ¿Enseguida pasó de moda o a una vida mejor? No, pero parece que es una ley que siempre se cumple. Por no hablar de aquello que está en el armario esperando a ser redescubierto. Esas camisetas que apenas me he puesto y de repente llaman mi atención para ser de nuevo combinadas de la mejor manera, o aquella chaqueta que en su momento no me acaba de convencer y de golpe se convierte en una prenda indispensable...
Lo peor de todo es que aun haciendo limpiezas de armario, parece que no cabe nada... y siempre hago la reflexión de: "voy a hacer limpieza de nuevo para así comprar algo, si total, hay muchas cosas que no me pongo".
Ese momento nunca llega y cuando llega y cojo esa camiseta o pantalones que hace meses que no ven la luz es inevitable aquello de: "uy, cómo voy a tirar esto, quien sabe si más adelante..."
En fin.
Un desastre.

A pesar de todas esas situaciones que todas vivimos, no puedo evitar de vez en cuando darme algún que otro capricho, sobretodo después de temporadas algo duras, una debe hacerse regalos a si misma de vez en cuando y de temporadas en las que no me he comprado nada.

Este post lo dedico a lo último que cayó en mis manos.

Et voilà.

Causa: Lunes, decidir dar un largo paseo para caminar y estirar las piernas (me encanta caminar) y acabar en un centro comercial.

Efecto: Entrar en Pull And Bear y casi sin pensarlo comprar este vestido, tras probarlo, aun a sabiendas que lo compraría.
Vestido asimétrico estampado de flores, Pull And Bear. Corto por delante, largo por detrás.
Muy suave y tela tipo seda. 

Viene con un cinturón, escogí el que lo lleva en negro, pero estaba también en camel. Pensé mejor en el negro por los detalles en el mismo color que el vestido lleva.

Se puede poner tanto en este tiempo con unas medias y unas botas como en verano, que estando con la piel bronceada tiene que quedar muy bonito.

No hace falta decir que este mismo fin de semana lo estreno, pensando en él des del lunes y en cómo combinarlo.

Peace, L*.

viernes, 24 de febrero de 2012

Saber que me lees...


Saber que una de mis mejores amigas lee mi blog y que además le sirve para organizar sus viajes... Realmente me gusta, me gusta mucho.
Concretamente el post sobre Berlín... Tiene la suerte de irse en estos días a esa ciudad tan increíble que tuve ocasión de conocerla en diciembre y que me dejó fascinada, a parte de helada (sí, por el frío que hizo durante esa semana)...
Seguro que la disfruta.
Y si sigue mis consejos.. tanto los de este blog, como los que por teléfono he podido recomendarle... Seguro que todo sale a la perfección.


Por cierto, mis dos guías sobre Berlín también las tiene ella. La de National Geographic como la de Lonely Planet de cerca (edición de bolsillo). Para mí la mejor es la de Lonely, la he usado en mis viajes, por ejemplo en Argentina o en Marrakech...  Y puedo decir que son ideales.
Espero que a tí te sirvan de ayuda.

Y sí, la foto de este post no es casualidad...  es una chica parecida a tí.
Guapa, morena, con clase... Tan tú.
Te quiero.

Y para acabar, algo que solo entiendes tú : FVF.

Peace, L*.

lunes, 13 de febrero de 2012

Palmeras de Hojaldre rellenas de Chocolate.

Últimamente tengo más que poco tiempo, pero hoy en lugar de descansar con manta y sofá, opté por retomar la repostería, en este caso facilísima, rápida y vistosa.

Ingredientes:
  • Una lámina de hojaldre fresco.
  • Chocolate con avellanas, tipo Nocilla o similar.
Preparación: (20 minutos)
  • Sacar el hojaldre de la nevera al tiempo que empieza a calentarse el horno a 200º.
  • Es opcional pero si queremos podemos poner un poco de azúcar en la masa y amasar con un rodillo para que se quede bien adherido. Sino queremos añadirle azúcar estirar igualmente para que la masa quede bien repartida y fina.

  • Cubrir de forma ligera con chocolate la masa de hojaldre. Es recomendable calentarlo mínimamente antes para su mejor manipulación.
  • La preparación siguiente es lo que dará el resultado en forma de palmerita. Se debe doblar hacia el centro desde cada uno de los extremos de la siguiente manera:
  • Repetiremos la operación, de los extremos hacía el centro para conseguir así un rectángulo con dos niveles de altura, por decirlo de alguna manera. Un buen sistema para hacerlo es en lugar de levantar la masa entera para doblar hacia el centro con las manos, podemos usar el papel sobre el que trabajamos (viene con el pack de hojaldres), levantándolo y llevando así la masa hacia el dentro.
  • Cortaremos en porciones de no más de un dedo de grosor y pintaremos con huevo para que se doren bien en el horno.
  • Colocar en la bandeja las porciones tumbadas y poner un poco más de huevo para que se doren por ese lado, donde se verá la forma de palmera. 
  • Para terminar, hornear durante cinco minutos, siempre vigilando, porque no sería de extrañar que por cuestión de segundos se nos quemasen todas. El hojaldre se hace muy rápidamente.  El resultado a parte de la forma curiosa, es delicioso. 


Como siempre, disfrutar en compañía, porque la cantidad de palmeritas es enorme y sobretodo, porque en compañía sabe mejor.

Peace, L*.


miércoles, 8 de febrero de 2012

San Valentín.


A días de San Valentín todo se llena de corazones, de color rojo y de anuncios que incitan al amor y a la pasión.
Escucho la radio y un señor de unos 40 años da consejos sobre cómo mantener una relación con amor y no con rutina, apatía  y sin sentido, vacía. 
Al final el secreto es mantener aquello que un día nos enamoró. 
No dejarlo en el baúl de los recuerdos, echándolo de menos.
El oyente comenta sobre la magia que puede tener llevarle a su mujer el café a la cama, preparándole el desayuno mientras ella duerme, ir a recogerla al trabajo, comprar algo que sabe que le va a gustar por absurdo que parezca, hacerla reír, habla de no quedarse en casa y buscar cosas por hacer juntos, o de quedarse en casa pero no planchando, viendo la tele sin verla, sino que quedarse en casa sea una opción en pareja, para unirse, para quererse, para disfrutarse... 
Disfrutarse... Mirar a tu pareja y disfrutarla con la mirada. 

Habla de los tan importantes pequeños detalles.

San Valentín. 14 de febrero. Sí, muy romántico, regalitos por aquí, regalitos por allá... No me convence.
Y ¿el resto de días?
Sería perfecto hacer que todos los días tengan algo especial. Luchar porque no pasen sin más, como páginas en blanco. Hacer que los días tengan algo por lo que valgan la pena, que tengan algo por pequeño que sea que haga que al meterse en la cama una sonrisa se dibuje en nuestros labios.

Peace, L*

jueves, 2 de febrero de 2012

Marruecos y los Riads.

Por fin fuimos a Marrakech, llevaba tiempo esperándolo, con ganas e ilusión. Así que nos embarcamos en la aventura marroquí desde la más de las autenticidades.
Y es que escoger alojamiento en Marruecos puede ser todo un acierto si decidimos alojarnos en un Riad. Claro está que también existen los hoteles, muchos de ellos de lujo, pero eso le quita encanto y experiencia al viaje, ya que uno puede dormir en un hotel de lujo siempre que lo desee (o sin lujos) pero dormir en un RIAD... sólo en Marruecos.
Una vez decidido el Riad, solo hay que escoger entre la gran oferta que existe, pero como en todo, hay que mirar bien dónde, las referencias y tener claro lo que queremos y lo que no para luego no llevarnos sorpresas.


¿Qué es un Riad?
Son casas tradicionales, donde antiguamente vivían familias marroquíes, aunténticas viviendas, remodeladas para uso turístico. Siempre mantienen la fachada original, por lo que la gran mayoría pasan inadvertidos entre las callejuelas laberínticas de Marrakech.
La palabra "dar" significa "casa", así la palabra "riad" además quiere decir "jardín", por lo que una vez abrimos la puerta del Riad, nos encontramos con la grata sorpresa de una pequeña terraza ajardinada, con plantas, agua incluso hasta piscinas.
Aparte del encanto propio que pueda tener un Riad, otra de las maravillas es su ubicación, pues se encuentran en la misma Medina, ciudad antigua de Marrakech, a diferencia de los hoteles que están a las afueras, en la parte nueva de la ciudad, que no tiene ningún tipo de atractivo turístico.
Estas casas suelen encontrarse tras "laberintear" mucho por la Medina, entre calles cada vez más estrechas siendo en ocasiones la puerta de entrada el final de un pequeño callejón sin salida. Abrir la puerta supone toda una experiencia porque tras dejar un sinfín de callejas, de gente, de idas y venidas, de comerciantes ofreciendo productos incluso a si mismos como guías para poder encontrar el Riad... nos encontramos con la paz, la tranquilidad, el silencio y la amabilidad que desde otro punto de vista tanto caracteriza a los marroquíes. La entrada seguida de un pequeño jardín, hace que uno pueda cambiar el chip y disfrutar de la relajación que ofrece.

Los edificios suelen ser cuadrados de dos o tres pisos con entre tres o seis habitaciones acondicionadas y preparadas para el descanso del viajero...

Nosotros nos alojamos en el Riad Dar Zaman, que recomendamos al 100% tanto por la restauración de la casa y su ubicación como por el trato ofrecido y el servicio excelente...
Nos contrataron el servicio de chófer para los traslados del aeropuerto al Riad, y menos mal porque uno puede tardar horas si escoge llegar por su propio pie sin antes haber estado, adentrarse en la laberíntica Medina lleva a la pérdida del viajero y a las vueltas y más vueltas para llegar a un punto que parece que nunca va a encontrar. Por suerte, el chico que nos estaba esperando en el Riad vino a recogernos a la parada de taxis.
La llegada al Riad fue bastante caótica al caminar por las callejuelas y, por qué no decirlo, nos asustamos bastante al ver que nos metíamos por callejuelas que llevaban a callejones sin salidas, haciéndonos dudar sobre la calidad del Riad gracias a nuestra ignorancia, pues uno de los encantos de los Riads es su ubicación, cosa que desconocíamos.
En Europa, pocos son los alojamientos de una calidad media alta cuya localización se encuentra en cascos antiguos, callejuelas, laberintos, callejones sin salida y algo deteriorados. De ahí nuestra preocupación.

La GRAN SORPRESA vino tras abrir la puerta. 

Velas encendidas por el suelo, silencio, buen olor y dos personas del servicio esperándonos con la mejor de sus sonrisas. En el centro un pequeño jardín - terraza, con plantas y una pequeña piscina para refrescar los pies en la "calurosísima" estación veraniega marroqu, en la que superan los 45ºC.
Este patio hace de hall, punto de reunión y de encuentro con el personal del Riad... y une la escalera que lleva a las habitaciones con la sala de descanso y la sala comedor.


Nos acompañaron a nuestra habitación, la de arriba de todo, justo en la terraza del edificio.
Donde se levanta la habitación justo delante de unas mesas, sofás, hamacas... Todo pensado para disfrutar del tiempo de descanso y relax en Marruecos.

Las habitaciones de los Riads suelen ser algo especiales, no teniendo puerta en el baño ni en la ducha, solo una pequeña pared que no llega al final por ninguno de los extremos dejando la compuerta siempre abierta, por un lado hacia el lavabo y por el otro hacia la ducha, separado entre ellos por una pequeña pared.
La mujer, que se encargaba de las tareas para hogareñas, nos preparó una cena de lo más especial típica de Marruecos: ensaladas variadas marroquíes, tajines de pollo al limón acompañado de couscous y verduritas, crepes con mermelada de albaricoques y té de menta. Aderezado con un vino de la zona, bastante bueno.
¡Y un millón de detalles cuidados! Velas, chimenea encendida, servicio durante la cena sin faltar de nada, música... en una sala, solos, sin nadie más.
Un gustazo.
El desayuno al día siguiente, tras haber dormido más que bien, siguió la misma línea: café recién hecho (y bueno!no del que suelen poner en muchos hoteles aguado...), zumos de naranja recién exprimida, pasta de chocolate, pan con mantequilla y mermelada, crepes, yogur casero y té.
Completo.

Por otro lado, se encargaron de todo a lo referido a las excursiones, cosa que nos evitó perder tiempo en ir a tiendas o paraditas que ofrecían lo que buscaban y sobretodo en regatear el precio justo.
No hizo falta repetir dos veces lo que buscábamos, el primer día comentamos que queríamos ir a Essaouira y Ait Ben Haddou y, al día siguiente, el propietario del Riad (un inglés que se lo ha sabido montar muy bien) nos hizo las propuestas que nos parecieron muy bien, tanto por el precio como por la comodidad en lo que ofrecía, ya que se encargaron de reservarnos taxis, autobuses de una calidad máxima, chófers... Todo para que saliera a la perfección.

Quisimos experimentar un auténtico Hammam... Cosa que comentaré en un futuro post. También se encargaron de todo: de comprarnos jabón negro, champú, prepararnos toallas, comprarnos ellos mismos los tickets de entrada para evitar que nos estafaran en el precio...Y como no, nos acompañaron a la entrada del Hammam para que no nos perdiéramos. Muy valiosos los consejos que nos dieron, ya que sin ellos seguramente nos habrían tomado el pelo en ese instinto de negocio que tan arraigado tienen...

Un auténtico lujo en el centro de Marrakech, de lo más recomendable.
Optar por un Riad es la mejor elección de alojamiento que uno puede escoger. 

Un placer.

Peace, L*.



sábado, 14 de enero de 2012

Te quiero.

Eh, sí.. tú... sí sí. Tú...
el que me lee asiduamente... El que entra para ver qué he puesto, el que le gusta leer lo que escribo... El que me dice que se guarda la lectura del blog para ese momento de tranquilidad... o para ese momento de aburrimiento en el metro yendo al trabajo... El que me dice: "eh, pero si no hay nada nuevo..."..
Sí, tú...

TE QUIERO.
TE QUIERO. TE QUIERO.
TE QUIERO.TE QUIERO. TE QUIERO.
TE QUIERO. TE QUIERO. TE QUIERO. TE QUIERO.
TE QUIERO. TE QUIERO. TE QUIERO. TE QUIERO. TE QUIERO.
TE QUIERO. TE QUIERO. TE QUIERO. TE QUIERO.
TE QUIERO. TE QUIERO. TE QUIERO.
TE QUIERO. TE QUIERO. 
TE QUIERO. 


No hace falta decir nada más.
Y sí, es a tí. El mismo que me tomó esta fotografía en ese lugar del mundo tan especial para nosotros.
Te quiero.

Peace, L*


viernes, 13 de enero de 2012

Infusión de Macedonia de Frutas.


Viernes y trece.
La tarde empieza bien, mantiene la tónica del día de hoy y de cada viernes, solo que por una excepción y es que en cuatro días nos vamos a Marrakech. Hace años que quiero ir, conocer esa tierra del continente Africano, mezclarme con esa cultura mochila a cuestas y experimentar cosas nuevas. Me resulta un país muy pero que muy atractivo.

Mientras no llega el día, ando como loca planificando. Pero no tanto en el sentido de llevar el viaje más que organizado, que no es así, sino más bien buscando información sobre lugares, restaurantes, hammams, desierto, zocos, mezquitas, posibles excursiones... Comparando comentarios de otros viajeros, anotando recomendaciones, que hay infinitas... Así que después de comer he optado por casi echar una siesta trasladándome un poco a esa tierra aún por descubrir.

Me he preparado una infusión que tengo en casa de mezcla de frutas, toda una exquisitez que tenemos guardada en una caja especial para tés e infusiones.
Con solo abrir la caja el olor que invade mi sentido del olfato hace que sea una experiencia sensorial que hasta el sentido del gusto se activa salivando solo detectar ese aroma entre ácido propio de la fruta y dulce.
Basta con cerrar la caja, agitarla mínimamente y volver a abrirla para que el aroma que desprende se incremente todavía aun más. 
Tanto el saquito de 100gr. de infusión, como la caja y el colador son de Tea Shop.
Entrar en esa tienda es realmente un placer por el aroma  que tiene ya que normalmente tienen té recién hecho para ofrecer a los clientes y la exposición que tienen invita a querer oler y probarlos todos.
En esta ocasión escogimos una infusión ya que el té resulta más excitante al llevar teína, siendo ésta la base que se encuentra en cualquier hoja de té.


Queríamos algo más bien estimulante, relajante, digestivo o simplemente de un sabor realmente bueno para tomar a cualquier hora y cualquier persona.

La elección fue: Mezcla de Frutas, y qué gran elección.

El sabor es afrutado al 100% pues no lleva nada de canela, vainilla ni otros complementos que suelen aderezar este tipo de infusiones. 
La sorpresa viene cuando la preparé por primera vez, aunque si bien es cierto, no me había parado a pensar en cuál sería el resultado y es que coge un color rojo intenso que llama mucho la atención. Rojo, rojo.
El sabor predominante, según mi parecer es el de frutos rojos: fresas, frambuesas. Aunque podria distiguir también la manzana y la naranja.
Realmente deliciosa.

Así que mientras en una mano tengo la infusión hecha y ya reposada en la otra tengo mi guía de Marrakech para ir leyendo y, quien sabe, si con un poco de suerte puedo dormir un poquito que no es que una duerma con soltura en estos últimos meses.


Probaré con otra infusión. Quien sabe si té de mango o de piña colada...
Vi una infusión cuyo nombre es: Siesta. Realmente tentador.

Peace, L*

martes, 10 de enero de 2012

Berlín, esa desconocida que veía en películas.


La vida es bella, El niño con el pijama de rayas, La ola, American History X, La vida de los otros, EL creyente, Malditos Bastardos, El gran dictador...

Nunca tuve la ocasión de visitar Berlín, así que la conocía solo por las películas sobretodo y por lo que leía sobre ella, tanto en actualidad como por su historia.

Así que este verano con mis amigos decidimos planificar un viaje que nos dejaría huella: BERLIN EN DICIEMBRE.
Y no huella por el frío que pasamos... que fue horrible. Acostumbrada al clima mediterráneo, Alemania en pleno mes navideño  resulta todo un reto para personas frioleras como yo.

Bien equipados: camisetas y mallas térmicas, jersey de lana, anorak decente e impermeable con capucha, gorros, bufandas, guantes, calcetines gordos... Nos subíamos a un avión rumbo a la capital alemana con una ilusión algo especial. Y es que viajar con amigos, pero con amigos de verdad, es muy gratificante, una apuesta segura por la diversión, la aventura y la amistad.
Al venir cada uno de una ciudad distinta optamos por encontrarnos en un bar por la noche tomando un cocktail, en el centro berlinés. Realmente curioso.

La llegada a Berlín resultó escandalosamente fría y desordenada. El vuelo bueno, puntual.
Al abrirse las compuertas del avión el frío impactó contra nosotros de forma que cortaba la respiración y más con lo poco acostumbrados que estamos en Barcelona a dicho helor. Así que bien abrigados nos dispusimos a llegar a Rosenthaler Platz, cerca de Alexander Platz. Y todavía doy a gracias a aquel malagueño, afincado en Alemania que vino a recoger a su novia para pasar una semana con ella...Pues las vías de los trenes que nos llevaban a nuestro hotel están cortadas a mitad de camino y tuvimos que cambiar de tren en varias ocasiones. Si no fuera por aquel rubio malagueño con sangre alemana, todavía estaríamos perdidos entre las vías de aquellos trenes.
Llegada al hotel.
Primera vez que escogíamos un hotel como ese. Básico. Pequeño, muy pequeño, 12 metros cuadrados en el que todo era cama, por lo que la cama era bastante enorme. Sin armarios. Un lavabo que se convertía en ducha. Y extremadamente calentito. Muy calentito. Y céntrico. Muy céntrico.
Así que en resumidas cuentas, una buena elección.
Esa misma noche, mientras no llegaban mis amigos que llegaron al día siguiente, decidimos salir a pasear, no porque el tiempo invitara a ello, sino por las ganas de caminar por Berlín y por comer algo caliente.

DIA 1.

Al día siguiente, bien abrigados y recién desayunados decidimos ponernos en marcha y olvidarnos de que existían unos autobuses que recorren la ciudad para una primera toma de contacto, nos pusimos a caminar y a adentrarnos entre las calles y la gente.

Ese día caminamos lo que no está escrito... Sin pensar en todo lo que caminaríamos con la llegada de  nuestros amigos a la ciudad, que no fue poco.
Paseamos por plazas ambientadas con mercadillos navideños. Tuvimos ocasión de probar el vino caliente: Glühwein. Allí es todo un éxito. Para mi no lo fue tanto. Concretamente en Breitscheidplatz. Cientos de tienditas donde vendían comida: salchichas de todos tipos, galletas, caramelos, pastitas...

Fuimos caminando por la Ku'damm, avenida totalmente comercial donde se encuentran los grandes almacenes KADEWE. Algo que hay que visitar pero no de forma obligada porque recuerda totalmente a los grandes almacenes que ya tenemos aquí: vistos unos, vistos casi todos.

Nos adentramos en el Tiergarten.  Parque de 250 hectáreas ubicado en el centro de Berlín, siendo el pulmón de la ciudad, además de uno de los parques más grandes de Europa. 
Al ser Diciembre no estaba nada verde, sino todo seco y con las hojas en el suelo, lo que le daba un aire muy bucólico y cierto punto tétrico. 
Un jardín con un paseo muy bonito y recomendable que inicia su recorrido en la Columna de la Victoria que se alza de forma imponente. con 69m de altura, arriba se encuentra el enorme ángel dorado de alas extendidas con una lanza y una corona de laurel. En el otro extremo del paseo se encuentra la Puerta de Brandenburgo.



Muertos de frío y hartos de caminar, ya eran las 16'00h. Decidimos acabar nuestra excursión en el Sony Center, Postdamer Platz, y buscar algo de comer. Así lo hicimos. Comimos, descansamos que lo necesitábamos y entramos en calor. 

Paseamos algo más por las plazas con la excusa de llegar al hotel a descansar para luego salir a cenar y a esperar a nuestros amigos. Así lo hicimos.

El cansancio hizo que pudiéramos dormir una siesta de media tarde más que merecida.

Cenamos y llegaron, por fin, así que estuvimos en un bar algo alternativo tomando cervezas y cocktails.

DIA 2.

El día siguiente volvió a ser gris, frío y lluvioso. Pero las ganas de los siete hicieron que a las 9 de la mañana ya estuviéramos en la recepción abrigados, con nuestras mochilas listas y con ganas de Berlín.
Ese día llovía.

El primer punto que visitamos fue Alexander Platz, donde los que no vinieron lo suficientemente preparados se compraron gorros para el frío... Y ahí mismo nos encontramos con el Fernsehturm, o Torre de la Televisión. Es la estructura más alta de Alemania, con 368m de altura. Así que subimos y contemplamos una bonita panorámica de Berlín.
Proseguimos caminando por la zona, Marienkirche, fuente de Neptunbrunnen y Rotes Rathaus, ayuntamiento cuya fachada es completamente roja.
El paseo nos llevo a la tan conocida Isla de Los Museos, pero no entramos en ninguno. Enfrente pudimos ver la Catedral de Berlín.
Al poco de caminar pudimos contemplar el imponente y conmovedor monumento antibelicista Neue Wache, cuyo interior está presidido únicamente por una escultura de una madre con su hijo soldado fallecido en brazos.
Admiramos por unos minutos la Puerta de Brandenburgo y al cruzarla llegamos al Parlamento Alemán.

Llegada al Reichstag.

Importante para visitarlo, hacer preserva de visita con 2 días de antelación, máximo 3. Indicando número de turistas y sus datos personales. Solo así se puede acceder al Reichstag. Muchos turistas no lo lo hacen y se les niega el acceso.
Cómo reservar Visita a la cúpula o Reichstag completo.
Una vez hecha la reserva, os piden nombre y apellidos de todos los visitantes y fecha de nacimiento. Por lo que no solicitan DNI y puede hacerlo uno mismo en nombre de todos.
Una vez entregamos los DNI para que contrastaran que figurábamos en la lista de visitantes, pasamos por los controles de seguridad. Tuvimos que esperar a que una mujer nos llevara a las puerta del Reichstag que solo se abrieron una vez estábamos todos y cuando ella dió la señal.
Allí la seguridad es infinita.
Nos dieron una audioguía en español, sincronizada según andábamos a través de la cúpula.
Interesante finalizar la visita con la exposición que hay a los pies de la cúpula de fotografías reales.

Otra vez con el frío calado en los huesos y con tormenta encima nos dirigimos a Postdammer Platz a comer y a entrar en calor.
Al ser Navidad, Postdamer Platz estaba de lo más navideña que uno pueda imaginarse. El frío es la mejor excusa para comer una crepe de Nutella, una salchicha gigante acompañada de un pedacito de pan..Incluso pudimos ver hogueras improvisadas.
Gracias al helor propio de Diciembre y a las fechas en las que nos encontrábamos los alemanes colocan en medio de la plaza una rampa impresionante de nieve-hielo por la que por unos pocos euros uno puede descargar adrenalina, echar unas risas y entrar en calor bajando por ella montado en un donut gigante.
Sí. Repetimos.
Y sí. Nos quedamos con ganas de más, como niños pequeños. Bajamos de dos en dos, de tres en tres...

Paseamos por los alrededores.
Nos acercamos a la Filarmónica de Berlín y seguimos paseando.
El frío y el cansacio fueron la excusa perfecta para que a media tarde el único afán por caminar fuese ir en  busca de un buen bar, lo suficientemente atractivo para poder tomar las cervezas alemanas que te pida el cuerpo.
Nos adentramos por las callejuelas en dirección Eberswalder Strasse.
En primer momento la primera y surrealista cerveza que pudimos tomarnos fue en un sitio inimaginable. Accedimos a un lugar lleno de graffitis, algo oscuro, desolado y con puertas grandes metálicas. Accedimos a través de una ellas, después de subir una escaleras, sin saber a donde nos llevaba,  a una auténtica escuela de ballet, donde al son de un piano y de unas bailarinas nos invitaron a tomar algo con ellos en el centro de la sala, justo al lado del cristal donde ellas, las bailarinas, hacían sus tan peculiares movimientos.
Nos fuimos. La sala se empezó a llenar de bailarines que ensayaban, calentaban... Sobrábamos.
Seguimos caminando y llegamos a Prenzlauer Berg, habían un montón de bares, siendo ésto uno de los barrios de moda de Berlín.

Nos quedamos en uno que tenía mesas muy acogedoras, algo alternativo, con Wifi gratis y con cervezas alemas, que eso era lo importante.

Un par de datos curiosos:
había gente haciendo ganchillo mientras se tomaban sus cafés, como quien juega una partida de Mus.
Pudimos comprobar la imagen que tenemos los españoles cuando sus cervezas empiezan a hacer efectos sobre nosotros con un cartel justo en la barra del bar en el que se especificaban las normas a seguir para cualquier turista como nosotros: NO CORRO, NO GRITO, NO EMPUJO, y añadido a mano más cutremente: NO SMOKO. Merecida mención tienen los dibujos que acompañan el texto. Cabe decir que en los bares de Berlín, a diferencia de aquí, se permite fumar.

Finalmente decimos cenar por ese barrio, ya que habían muchos restaurantes para escoger.
La idea era tomar algo después de cenar en la Kulturbrauerei, antigua fábrica de cerveza que a su vez en bar-disco y nos habían dicho que era interesante. Llegamos y realmente fue un chasco porque no había nadie y el lugar tampoco era muy auténtico. Nos hacían pagar, pero les dijimos que éramos siete personas y veníamos a ver qué tal se estaba. El chico nos perdonó la entrada, seguramente porque más bien le hacíamos nosotros el favor a ellos, ya que estaba más bien vacío. Quizás porque fuimos entre semana. Yo no volvería a ir, pero es cierto que sale en las guías y lo recomiendan.
Acabamos tomando algo en otro bar de alrededores rumbo a casa, caminando a Rosenthaler Platz y de bajada se tardaban quince minutos.

DIA 3.

11h. en la Puerta de Brandenburgo. Berlín Free Tour.
Un guía español nos recorrió todo Berlín, caminando durante más de cuatro frías horas con explicación de cada enclave, tanto histórico, actual, curiosidades varias... El precio lo pone cada uno de nosotros. Se le da al final lo que cada uno estima o considera oportuno.
Muy pero que muy recomendable. Nosotros estuvimos encantadísimos.

La Ruta
Puerta de Brandenburgo, Monumento del Holocausto, Muro de Berlín, CheckpointCharlie, Bebel Platz, Isla de los Museos o Pergamonmuseum, Berliner Dom, Gendarmenmarkt, pasear por encima del Búnquer de Hitler, Pariser Platz, Rotes Rathaus, Reichstag...
Todo con explicaciones más que enriquecedoras y con un conocimiento total sobre la materia. Desde historia pura de cómo sucedieron los hechos que contaba, hasta historias personales de experiencias vividas por personas en el pasado...
Una experiencia para repetir en cualquier otra ciudad europea en la que nos encontremos.

El tour acabó a las 17'30h, así que el cuerpo volvía a pedir cervezas y cobijo ante el penetrante helor que acechaba, amenizado, como no, con lluvia. Preguntamos al mismo guía donde ir a tomar algo y nos recomendó sitios realmente interesantes y alternativos que en España no veríamos de forma tan normal. Cinema Bar ubicado en HackesherMarkt y otros.

También nos recomendó un sitio 100% alemán, donde comer comida 100% alemana: restaurante taberna Max und Moritz.En Oranien Strasse, 162.
Donde quien quiso pudo probar gustosamente el tan conocido Codillo alemán. En los alrededores muchos bares para ir tomando algo antes de cenar realmente interesantes.
Después de cenar, seguimos en Oranien Sstrasse, ya que no nos desviábamos en ningún momento de la parada de metro Moritz Platz, y entramos en otro bar a tomar unas piñas coladas o unos cubatas de ron y a comentar todo lo que habíamos visto durante el día y aprendido.
Planificamos al día siguiente una visita a un campo de concentración.

DIA 4.

10:30h en la Puerta de Brandeburgo. Berlín Free Tour.

Esta vez un guía de habla hispana nos llevó a Sachsenhausen: Campo de Concentración.
Aquí sí hay precio establecido, que se debe pagar al inicio del Tour, por la entrada al memorial: 15€ entrada, recorrido guiado y explicaciones, otra vez, expertas y con conocimiento máximo sobre la materia.
Importante. hay que llevar billete de metro ABC ya que se coge tren para llegar.
Visita recomendada. Solo si se tienen ganas de conocer y ver todo aquello ya que remueve las entrañas de cualquiera.
Visita profunda del campo de concentración, recorriendo todos y cada uno de los lugares que todavía se conservan y entrada al museo. El guía intenta no solo dar información detallada, sino respondeer a posibles dudas, que además él espera preguntas por nuestra parte, conclusiones, reflexiones interesantes...
Siempre se aprende de algo así. Curioso, pero normalmente después de visitar algo o después del Free Tour del día anterior recorriendo Berlín de cabo a rabo entre nosotros comentamos sobre lo que habíamos visitado, puntos de vista, semblantes...en bares o durante trayectos. Después de esta visita, con las entrañas removidas... nadie dijo absolutamente nada. Suficiente tuvimos con el guía, con las cuatro horas en el campo de concentración y con el terrible frío especial que allí hace con corrientes de aire aun más heladoras que hace de todo ese lugar algo más terrible si cabe.

Tras cuatro horas de visita en Sachsenhausen, volvimos a Berlin; el campo de concentración se encuentra a las afueras y hay que coger un tren.
Nos dirigimos a la East Side Gallery, (metro Warschauer Str.) la exposición de arte al aire libre más grande el mundo, 1'3km de muro de Berlín, el tramo del muro mejor conservado. En 1990 se convirtió en galería, cubierta por unos cien coloridos murales. Artistas internaciones plasmaron su forma de ver lo sucedido y alegría del momento histórico vivido.


De nuevo el frío empezó a hacer huella y nos dirigimos hacia la zona más alternativa y okupa de Berlín.
Buscamos un bar que nos habían recomendado, no fácil de encontrar: Supamolly, Jesner str. 41.

Bar alternativo por excelencia, con una decoración idónea para el ambiente que busca crear. De hecho la propia entrada al bar no invita  a entrar. 
Cervezas exquisitas y lo mejor de todo: una sala de conciertos clandestina en su época donde pudimos disfrutar de un concierto en directo de Jazz a manos de Oncle Strongle. Así que primero tomamos algo en el bar antes de cenar, cenamos a la afueras y regresamos de nuevo para el concierto.
Más que buenísmo. Exquisito.
Disfrutamos de su música cerveza en mano, buena música y buena cerveza, hasta bien entrada la madrugada. Todo un gustazo para los sentidos. Además del lugar, tan especial, tan alternativo, tan auténtico.

Vuelta al hotel, en un metro que funciona de forma ininterrumpida y que conecta la ciudad a la perfección.

Dormir tres horas y de regreso al aeropuerto. El grupo volvió a separarse cada uno tomando vuelos con destinos distintos: Barcelona, Madrid... para luego desde Madrid en coche dirigirse hacía Bilbao o Burgos... hasta la próxima aventura juntos.

Me pasé todo el vuelo de vuelta dormida. No me enteré. Cerré los ojos en Berlín y los abrí en Barcelona.

Un ciudad increíble. Con una gente increíble. Con una historia impresionante. Con unos lugares fascinantes.
Un gran viaje.
Volveré. No sé cuando, más adelante, no me gusta repetir destinos, y menos de forma seguida. Solo hay uno que repetiría cada año y nada que ver con Berlín.

Berlín me dejó enamorada.

Peace, L*