Celebrar la Navidad con la familia es especial, no porque sea Navidad, sino por estar con la familia y tus seres queridos.
Aprovechar ese tiempo para estar con los más mayores, con los que te recuerdan a los que ya no están (mi gran debilidad) o los que se fueron además en estas fechas tan supuestamente especiales.
Aprovechar también para estar con los más chiquitines, que están descubriendo la Navidad, la ilusión, la sorpresa, los primeros juguetes... O los más pequeños que empiezan a participar de la ilusión, de las sorpresas... porque ya no son tan y tan pequeños.
Así que este año los niños tenían una especial ilusión. Ellos lo han estado llamando estos días como EL SECRETO o LA SORPRESA. Intrigados todos los mayores con esto y ellos más ilusionados aún.
¡Qué secreto!
Ver sus caritas anunciando que tienen una sorpresa para nosotros, es lo que más ilusión me ha hecho.
Llegó el día en que fuimos a comer a su casa... Secretos van, secretos vienen...
Después de comer y empezar con los turrones... Los niños desaparecieron y llegaron con una bandeja enorme llena de galletitas decoradas hechas por ellos!!! (Ayudados por su madre!!) Preciosa la bandeja, preciosas las bandejas!!!
Una para cada uno de los invitados,incluso para los que venían a media tarde a tomar café.
Galletas navideñas perfectamente decoradas y envueltas en bolsitas con una notita.
Simplemente Genial.
Detalles inesperados que se convierten en lo mejor del día.
Peace, L*
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